Vicente Antonio Vásquez Bonilla
—Mira —dijo Herminia, mostrándole el periódico a su compañera de trabajo—. Abrieron una escuela en donde dan clases de Striptease.
—Qué buena onda —le respondió la Pancha, arrebatándole el diario—. Déjame ver.
Y las dos chicas se dedicaron con interés a leer el anuncio, tomando nota de la dirección del nuevo centro de educativo, el horario de clases y el valor de la matricula. Luego, ambas se vieron al rostro y sonrieron.
—¿Nos inscribimos?
—¡Sí. Nos inscribimos! La onda es prepararse para ganar buenas fichas.
El día que se inició el curso, una veintena de atractivas chicas estaban presentes, expectantes y listas para labrarse una lucrativa carrera. Todas aspiraban a ser profesionales en su campo laboral.
Para progresar en este mundo tan competitivo, no hay como el estudio.
—Buenos días —Saludó la bella y elegante instructora—. Sean todas bienvenidas. Ustedes, de completar el programa curricular, serán las afortunadas integrantes de la primera promoción de este centro de estudios y no dudo, que si se entregan con ahínco y con pasión a asimilar la teoría y a realizar las practicas formativas, llegarán lejos en sus respectivas carreras y serán la envidia de todas esas vulgares mujerzuelas de formación empíricas que pululan por los centros nocturnos de baja categoría, creyéndose ser las reinas de la noche, cuando en realidad son dignas de lástima por su pobrísimo desempeño.
Las alumnas sonreían y se veía en ellas, la buena disposición para entregarse de lleno a tan prestigiada profesión.
—Bueno —prosiguió la experimenta educadora—, desnudarse es fácil, no dudo que todas ustedes lo puedan hacer en público y de plano, que varias ya lo han hecho. Pero desnudarse, puede llegar a ser un arte, algo que llene de emoción a su heterogéneo público que, incluso, puede llegar a incluir mujeres de singulares gustos.
»Sí, como lo escucharon —recalcó—; un arte.
»Quitarse la ropa, cualquiera lo hace, pero sin gracia, para luego quedar encueradas como papas sin sal. Dejando a los espectadores frustrados y con la sensación de que algo faltó. Que no era lo que esperaban, aunque ustedes les estén mostrando la totalidad de sus lindos pellejos. ¡No! Eso, sólo les da baja paga y escaso renombre.
»Aquí van a aprender a ser deseadas y buscadas una y otra vez. Lo que al final se traducirá en fama, renombre y buenas fichas. Ustedes no serán reinas, si no diosas de la noche. ¡Ya lo verán!
El curso se desarrolló con profesionalismo, “con escuela”. Aprendieron a vestirse, requisito indispensable para luego desvestirse. Porque vestirse, no es ponerse encima cualquier trapo. Adornaban sus cuerpos con ropa escogida, de colores y diseños llamativos, y en algunos casos, con mayor cantidad de prendas interiores para despertar expectativas y prolongar la delicia del show. —La ropa se quita con sensualidad, con gracia, con lentitud para provocar a los espectadores con el deseo de llegar a la exhibición total—, les habían indicado, y así lo hacían, durante las prácticas supervisadas, al compás de música seleccionada con escrupuloso esmero.
Como complemento, se les enseñó a usar sillas, tubos y otros aditamentos que le daban vida al espectáculo, y de fondo la música y el alumbrado multicolor que les hacía resaltar su belleza física y las situaba en algún imaginario y cambiante paraíso.
Al terminar el curso, todas las graduadas salieron orgullosas, luciendo sus diplomas, fruto de su esfuerzo y dedicación; llenas de confianza y dispuestas a conquistar el mundo del exclusivo espectáculo.
Gracias a su preparación profesional, de inmediato consiguieron trabajos bien remunerados en los diferentes centros de tan especial diversión.
Al siguiente año, cuando las aspirantes de la segunda promoción ingresaron al colegio, ya una de las graduadas del año anterior, Herminia, triunfaba en un renombrado templo del Neoburlesque. Qué mejor carta de recomendación para el centro de estudios, que una de sus exalumnas estuviera causando furor en el mundo del espectáculo.
Herminia, aventajada exestudiante, graduada con honores, con mención cum laude, sabía sacar ventaja de sus especializados conocimientos y aunque desarrollaba, al igual que sus otras excondiscípulas, el desnudo integral. Con inteligencia e intuición, le agregó un elemento extra.
Actuaba con un incitador antifaz que le cubría el medio rostro superior. Sabía desarrollar su trabajo con maestría, con sensual lentitud y provocativos movimientos, desprendiéndose, una a una, de las prendas de su exclusiva vestimenta y mientras lo hacía, se iban caldeando los ánimos de los excitados varones que, con ansias, esperaban la caída del último de los encubridores trapos, hasta alcanzar el memorable desnudo total. Cuando llegaba ese glorioso momento, aplaudían con frenesí y con las hormonas enloquecidas al máximo, aún seguían gritando: mucha ropa, mucha ropa…, en espera de la caída del encubridor antifaz. Pero no caía y quedaba flotando en el ambiente la incógnita, de qué quién sería la poseedora de tan apetecible cuerpo y qué belleza de faz se ocultaba detrás de él.
Y el público, como hipnotizado, respondía al imán de la curiosidad y continuaba asistiendo noche a noche, con la esperanza de descubrir la desnudes total, la de su agraciado rostro.
Comentario
Estimado Solorio: Gracias por tu buen comentario y gracias por leerme. Un abrazo, Chente.
No es lo que muestran lo que atrapan, es lo que esconden lo que vuelve loco, lo que se cuida, lo que no se revela a cualquiera... Parte de la magia y el misterio, como siempre, buen relato, un gusto poder comentar y leer.
saludos
sos
Estimada Senda: Gracias por leerme, por tu comentario y por el beso. Con especial cariño, Chente.
Olguita linda: Qué bueno vernos también aquí. Gracias por tu lectura y tu comentario. Besos, Chente.
Gracias, estimado Jhonny. Un abrazo fraternal, Chente.
Estupendo relato amigo Vicente, como siempre nos mantienes expectantes hasta el final, para dejarnos estupendas moralejas, que en este caso sería que la desnudez total no es lo más deseado, en cambio lo que no se puede ver y queda a la imaginación sí lo es.
Felicitaciones amigo...
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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