MEDITACIÓN

[Ronald Bonilla Carvajal]

 

Acuéstate, extiende los brazos.

Exhala, inhala.

Concéntrate. Una luz amarilla está sobre tu cabeza

y va bajando.

 

Baja por tus sienes que se vuelven blandas,

arriba a tus cejas que se vaporizan,

pasa por tus mejillas que se vuelven algodones,

afloja tus labios,

pasa por tu garganta, va hacia dentro,

ilumina tu corazón, se torna rosa,

baja por tu sangre, entre todas las sangres

y sus caminos,

viaja por la red nerviosa,

por la sed de tus pulmones que se expanden,

se distienden, va a tu intestino, te limpia

con su color ahora naranja,

viaja a tu ombligo donde vuelve a renacer

amarilla,

baja a tu pelvis, a tus nalgas;

todo lo suaviza, lo hace suyo.

Es una luz amorosa que toca tu vejiga.

Ilumina tu caparazón óseo, tus largos filamentos,

tu deseo de dar y recibir,

ennoblece tus deseos,

va también por tus brazos

y deshace los nudos de tus manos,

las terminales dormidas se restablecen,

luego baja por tus piernas,

recompone todos tus amores,

hace hirsutos tus vellos,

baja a los tobillos: caminarás con fortaleza,

masajea las plantas de tus pies y sale,

blanquecina, blanca,

la luz que da vueltas ahora a tu alrededor,

vuelve a subir a un metro sobre tu cabeza

donde ya es de nuevo de un amarillo dorado,

emprende su camino…Entra por la coronilla

de tu cabeza. Estás salvo,

aquí pulula la armonía adonde viajo

al siglo quince, donde los monjes

de un viejo monasterio revisan los papeles

de Petrarca.

 

Quizá han mordido el señuelo

y alguno cae abatido

por un veneno al borde de las páginas.

Una muchacha con hambre ya no merodea

 

 dE UN NUEVO LIBRO INÉDITO

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V

[Ronald Bonilla Carvajal]

Gracias, Elías, por el destacado, abrazos

[Elias Antonio Almada]