Trigésimo Cuarto Movimiento (a Homero, égloga infinita con salterio)

[Ronald Bonilla Carvajal]

Quizás el iniciador deba sentarse a la mesa
con los lúcidos combatientes y las diosas
que tienen escudos y carruajes.
Quizá el iniciador deba ir
empujando con su bastón
las piedras de los siglos
y las aguas de los ríos que sí pueden nombrarse
ante la noche.
Quizá el iniciador deba promulgar su aliento
ante las musas que siempre cantan
en la voz de los aedos.
Y ya no ser escupido por los hombres
que lanzan su ignominia a los pozos
de la tragedia.
Y ya no ser esculpido en la masa
de los que olvidan la ceguera ante la luz.
Quizá el iniciador deba asistirnos
en la tarde consumada del ingenio y la gloria,
no ser más esa genética
que muele lentamente para ser de nuevo
en los caminos,
alguien, un profeta, un pordiosero, un orate,
un huérfano,
un ermitaño que aprende a labrar
con las palabras
las piedras que hoy se usan para alzar
al más humilde.
Quizá el iniciador dejó sus huesos
para que desenmascaren
siempre
a quienes manchan los papeles ancestrales
o los papeles lúcidos del porvenir.

De mi libro ALTAR DE DESCONCIERTO
De la segunda parte DESCONCIERTO (a ellos)
DERECHOS DE AUTOR PROTEGIDOS POR LEY

[Ronald Bonilla Carvajal]

Gracias, Elías por tu destacado en nombre de sta casa, que me honra, abrazos

[Elias Antonio Almada]