ANGÉLICA Y EL ANILLO MÁGICO
Autor del CUENTO y de los DIBUJOS: Sergio Alejandro Fernández Hernández
ANGÉLICA
ANGÉLICA Y EL ANILLO MÁGICO
Érase una vez una hermosa joven llamada Angélica, ella vivía en una casita en el bosque con su papá y su mamá. Los padres de Angélica eran muy pobres pero se esforzaban para darle a su hija todo lo que podían. El señor era carpintero y la señora costurera
Los padres de Angélica no tenían trabajo y en su casa faltaba la comida; por esa razón, ellos le encargaban a Angélica para que saliera por la mañana al bosque a recoger frutas para comer.
Un día que la joven salió, como todos los días, a caminar y recoger frutas, mientras caminaba distraída, tropezó con una piedra que estaba en el camino y cayo al suelo. De repente, cerca de la piedra vio algo que brillaba, sorprendida se acerco, lo recogió y se dio cuenta que era un bonito anillo de brillantes, se lo coloco en su dedo y le quedaba perfecto. Angélica se puso muy contenta y siguió recogiendo frutillas, tenía mucha hambre y comenzó a imaginar una rica sopa de pollo con verduras, eso era lo que le provocaba comer .
Cuando Angélica regresaba a su casa, comenzó a sentir un rico olor a comida- ¡ Cuál no sería su sorpresa cuando entró, comprobó que ese olor salía de la cocina de su casa al ver una gran olla de sopa de pollo en la mesita de la cocina!
Al día siguiente, Angélica camino tanto y hacia tanto sol que se sentó a descansar debajo de un gran árbol, mientras descansaba comenzó a desear lo bonito que sería que sus padres tuvieran ropa nueva, porque la que tenían estaba muy vieja y rota.
Al regresar esa tarde, se encontró a sus padres vestidos con ropa nueva. Angélica estaba muy sorprendida y comenzó a pensar, dándose cuenta que desde que había encontrado el anillo, todo lo que deseaba se hacia realidad, entonces Angélica se dijo: “Tengo un anillo mágico”.
EL MAGO
Más allá de las colinas, cruzando un gran bosque y las aguas peligrosas, en una vieja torre, vivía un mago llamado Falcón. Él siempre espiaba a Angélica por su bola de cristal, se dio cuenta que ella tenía un anillo y quería quitárselo para tener más poderes y ser el dueño del mundo. En los alrededores de la casa de Angélica, vivía un apuesto joven llamado Guillermo, él había visto muchas veces a Angélica y le parecía una joven muy linda y encantadora.
Una noche de lluvia, Angélica se quitó el anillo para ayudar a su mamá a fregar los platos, ella lo había colocado en la mesita de la cocina y como tenia mucho sueño se fue a dormir y lo olvidó. El sonido de la lluvia era tan fuerte que ni Angélica ni sus papas se percataron que el brujo Falcón había entrado a la casa y se había llevado el anillo mágico.
Al despertarse, Angélica se dio cuenta que no tenia el anillo y comenzó a buscarlo por todas partes, de repente se le apareció una angelita y le dijo que el anillo lo tenia el mago que vivía en la torre, pero para ir allá no podía ir sola, así que le dio como compañeros a un perrito y una ardilla. Y le dijo: “también quiero que te acompañe el joven Guillermo”. Entonces la angelita acompañó a Angélica, que iba con el perrito y la ardilla a la casa de Guillermo, quien al verla se alegró mucho. Ella le contó lo que había pasado y juntos empezaron el viaje a la torre.
GUILLERMO
Al llegar a una colina, encontraron muchos árboles trancando el camino y vieron un rosal con una rosa roja que estaba marchitándose. Cerca de la planta había un cartel que decía:” solo pasaras si encuentras agua y riegas la rosa”. Buscaron por todos lados y no había agua, así que comenzaron a caminar tratando de encontrarla, además ellos también estaban sedientos. Después de caminar un largo rato, oyeron un sonido… era un pequeña cascada de aguas cristalinas, a la cual corrieron muy contentos a beber agua y a buscar otro poco para regar a la rosa. La rosa al sentir el agua, se alegró y el camino quedo libre para poder pasar.
Todos continuaron su viaje a la torre. Llegaron al bosque encantado y se encontraron con un muro muy alto que tenía una puerta con una cerradura. Cerca de la puerta había un cartel que decía: ”Sólo pasará quien encuentre la llave escondida”
Así, que comenzaron a buscar debajo de las piedras, en las ramas de los árboles, por todos lados, hasta que de pronto, Guillermo vio un agujero en un árbol, metió su mano y… ¡Encontró la llave! La colocó en la cerradura y la puerta del muro se abrió. Pasaron y caminaron otro rato hasta que llegaron a las aguas peligrosas y se encontraron a un pez con grandes dientes afilados. Era un pez muy gruñón y estaba molesto. ¿Te podemos contar un chiste? -Le dijo Angélica- y le contó uno tan gracioso que el pez comenzó a reír tanto que pudieron pasar.
Los padres de Angélica estaban muy preocupados porque no encontraban a su hija y salieron a buscarla por el bosque; allí se encontraron con los padres de Guillermo quienes les dijeron que tampoco encontraban a su hijo. Mientras los padres de los jóvenes caminaban por todos lados buscándolos, Angélica y Guillermo llegaron a la torre donde vivía Falcón, el mago dormía en ese momento y ellos lo sorprendieron. Guillermo vio una espada en la pared y la agarró, el mago hizo lo mismo y comenzaron a luchar. Falcón le dio un golpe a Guillermo y este cayo al suelo, el mago lo amarró a una silla y salió corriendo.
Angélica, con sus compañeros, el perrito y la ardilla, estaban escondidos detrás de un armario y vieron lo que había sucedido. La ardilla fue donde estaba Guillermo y con sus dientes comenzó a morder la cuerda que tenía en sus manos y pies, tanto la mordió que el joven pudo desatarse y comenzó a correr detrás de Falcón, quien se convirtió en un águila y voló fuera de la torre; el joven también se dirigió afuera, le lanzó una espada y el águila murió.
Angélica y su perrito buscaron por toda la torre y ella encontró su anillo. Después de tanta aventura, los dos jóvenes estaban enamorados. De regreso a sus casas, se encontraron con sus padres.
Días después, estaba Angélica con Guillermo, planeando su boda y Angélica deseó una casa muy bonita y unos lindos trajes para ellos, para sus padres y para perrito y ardilla,
Su deseo se hizo realidad, se casaron y siguieron las aventuras.
ANGÉLICA Y GUILLERMO
Autor : Sergio Alejandro Fernández Hernández
02/septiembre/2009
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Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
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