<b>En la mitad de la noche</b>

[samuel akinin]

En la mitad de la noche

En la mitad de la noche
con el sueño perdido
dejo volar a mi mente
y me encuentro contigo
Penetro en tu habitación
como el viento sin permiso
Descubro tu cuerpo desnudo
siento cómo me erizo
Tu cabello te envuelve
como lo hará mi cuerpo
cuando en un momento despiertes
me encuentres adentro
Las sábanas serán testigos
de este amor que fue nuestro
pues como sé, he querido
solamente cada uno sabe,
lo que ha recibido.
En la mitad de la noche
me dejó tomarla
la sentí sublime,
me dejo escucharla
Sus palabras nobles
me dejó quererla
¿Fue un rato o muchas horas?
Su sentir increíble
Me dejo tenerla
Su placer inigualable
me dejó, le dijera
me dijo de lo que gusta
me gusta lo que le dije
y como si no me hablara
como si no estuviera
como si los cuerpos no se juntaran
como si los besos no existieran
como si sus ojos no me miraran
como si su boca no quisiera
me acerqué a su alma
me gritó de cerca
que no me fuera
Me quedé un rato,
quizás un par de horas
tal vez la noche entera
o puede ser un año todo
no lo recuerdo
el tiempo a veces
es cual quimera
que viene, va, se queda
Uno no lo siente
tan solo se espera
Así, ella me enseñó sus besos
me dejó la amara
Me dijo tantas cosas bellas,
no sé si podré recordarlas
Jugamos como lo hacen los niños
primero con las miradas
Sin darnos cuentas
las palabras pasaron a primeras
Los dedos, qué te puedo decir de ellos
bailaban, corrían, navegaban,
Se estremecían de placer
Las sensaciones eran inmensas
los placeres igual
Los recuerdo aunque vanos
vienen y van
El sabor de su amor
lo mantengo, aunque fue ayer,
es algo que disfruté de tal modo,
no dejaré se olvide, se vaya,
se confunda, me equivoque,
me mantenga en una raya
No, eso no lo permitiré.
Cuando lo recuerdo,
la tengo como lo hice ayer.
Ya ves, fue instante de amor
un instante de placer
Una hembra que a fuego puro
la fundí en mi querer.
Sé que te aburro,
no, no lo digas, ya lo sé
pero no olvides,
a un niño a quien se le viene a querer
le encanta lo que le ocurre
o lo que le sucede, como a mí ayer
fui a dormir la siesta
y como ves, me enredé
la vi, me prendé de ella, se fue
quizás era un alma dulce
que me vio casi llorar
y para que no sufriera
se quedo y, en mi lugar
escribió cosas que bellas,
parecieran perdurar
lo que uno vive en sueños
lo que uno deja pasar
lo que no nos consta
pero nos hace vibrar
que son experiencias de un hombre
las que repite una vez más
si es que la vida no se acaba
cuando uno se va a acostar
Por ellos, apena con la oscura noche
se comienza a soñar
yo dejé que fuesen mis sueños,
los que te fueran a hablar
Si, lo sé es culpa mía
pero qué puedo hacer
si siendo de noche o de día
ella como mujer, me recuerda
lo que hemos hecho
cuando besé su boca,
cuando bebí de ella
cuando viéndola casi loca
me enamore de ella
Evoco una caricia
un saludo al caminante
no sé como lo hiciste
y aunque aquél estaba delante
me sentí dueño del mundo
del silencio del pecado
lo mismo que una vez a tu lado
reviví para el recuerdo,
No me hagas hablar de lo nuestro,
que son secretos guardados,
te voy a cantar lo otro
los ratos de placer que hemos disfrutado,
pero no será ahora
que estoy muy ocupado,
lo dejo para otro momento
en que estés a mi lado
porque lo que debo decir
es de color colorado
y no sé si hay menores
si hay alguien a tu lado
no quiero te sonrojes,
y de hacerlo, entonces espero
que yo esté a tu lado

Poema sacado de mi página facebook
Samuel Akinín Poesías al Viento