Ese primer encuentro siempre es memorable. La indeleble huella que dejan unos labios en la vida, es uno de los recuerdos que con el tiempo no se pierden. Ciertamente todos tenemos recuerdos de ese primer beso, tal vez con la persona deseada o tal vez no. Pero se debe aceptar que no se olvida esa primera vez.
Pudo ser en un parque, en una excursión, en la escuela, en la doctrina, pudo ser en cualquier sitio. Pero a diferencia de otros recuerdos, ese lugar no lastima. Sino hasta saca una leve e intencional sonrisa. Si fue intencional o robado también le agrega un halito más profundo a la historia. La premeditación y la ejecución de ese plan donde perderíamos la curiosidad por sentir nuestros labios en otros.
Para algunos ese primer beso fue en la adolescencia para otros fue durante la niñez. Aún así ese contacto fue especial. A partir de allí, las cosas cambiaron. Ya el mundo no era el mismo. Siempre hay algo que cambia. El primer contacto con el erotismo y el placer (pecaminoso, para los mojigatos) nos ha abierto a las posibilidades del amor.
¿Alguien nace sabiendo besar? No lo creo. Ese primer beso en su inocencia es torpe, pero sincero, natural. Luego con el tiempo y la experiencia se vuelven distintos, un poco más intencionales y hasta sofisticados. ¿Qué recordamos de ese primer beso? ¿Qué fue lo que ya nunca encontramos en los siguientes?
El sudor en las manos, el temblor de los labios, y la fugacidad del beso lo vuelven único. ¡Por supuesto que único! Ya que es el primero.
Luego con la experiencia ganada, vamos regalando besos y cariños por todos lados. Como quien descubre que puede caminar y después correr. Ya se utiliza este nuevo valor como estandarte.
Los besos en la niñez siempre son sinceros y curiosos. Hasta cierta edad no existe la mala intensión al darlos o robarlos. Como enamorarse de la maestra de grado. Hay un nivel de deseo distinto. No por ello dejan de ser eróticos, relacionado con lo prohibitivo. Dejamos que nuestras malas interpretaciones de adultos contaminen esa experiencia que completamente normal e infantil.
El primer beso es esencial para el desarrollo de la sexualidad. Además de albergar una serie de recuerdos que nos marcan de por vida. Por lo pronto, yo puedo decir que mi primer beso, (he de aceptarlo) fue una emboscada. ¿Cómo fue para usted ese primer beso? ¿Todavía tiene contacto con esa otra persona? ¿Cómo fue la experiencia? Compartamos esa interioridad.
Ángel Elías
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