METAMORFOSIS

¿Si me preguntaras si te amo?
No dudaría y te contestaría
¡No!

¿Si me preguntaras si te extraño?
Lo pensaría un momento y te diría.
¡Quizás!

¿Si me preguntaras si fui feliz?
Te revelaría que algunas veces
si y otras no.

¿Si me preguntaras que desearía?
No lo dudaría un instante y te respondería.
¡Que seas muy feliz!

DANIEL MARIO WALDNER
30/10/2014

Yo,

que me sé muy loco,

enredé de alquimia

a mi corazón;

con un delirio iluso,

de poder hallar

mi último amor.

Tú,

que te crees muy cuerda,

no fuiste capaz

de encontrar razón

y, sin titubearlo

pensaste en el oro

y no en el amor.

Tú,

fuiste una quimera,

que se quedó sola

y la seco el sol.

Yo,

ya sin alquimias,

seguiré esperando

un posible amor.

DANIEL MARIO WALDNER…

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HALCON HERIDO

Como una fuerte cresta

azotando un gris arrecife,

como una estrella fugaz

cruzando el infinito.

Como un rayo enérgico

abrasando un árbol viejo,

como un trueno atronador

quebrajando la noble tierra.

Como un halcón herido

buscando su morada,

como un oso pardo

refugiando angustia.

Así, y más te ame,

no me guarde quimera

para ésta indigente vida,

¡y tú! Tú simplemente fugaste.

DANIEL…

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¿De qué color son tus ojos?
Serán verdes como esmeralda
o celeste como el cielo.
Negros como tus hebras
o pardos como las montañas.
Acaso grises, como el futuro,
o albos como tu piel.
¡Dímelo tú!
a mí se me olvidó.

DANIEL MARIO WALDNER

MELANCOLÍA

 

Se me fuga la vida en una nube de polvo,

En silencio, como agua de río,

se llena de lágrimas y la noche no hiere.

 

Me carcome, una ansiedad triste.

mi rostro se rasga como la misma vida,

mi mente se enreda en laberintos sombríos,

no tengo sueños, me acobarda el…

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La brisa del sur revuelca

las ultimas hojarascas,

sucumbiendo los días

en pequeños espacios,

innato de conciencia

ceñida de noche hosca.

Es el fin de un otoño

largo y triste,

sucumbiendo a un invierno

desquiciado de cierne,

sin flores y sin sombras,

sólo bruma blanca.

No es el fin

sólo el principio,

que quizás con suerte

sea más corta o más larga,

¡a quién le importa!,

ya no hay lugar,

terminó el… Continuar

JACINTO



Disgustado, el tiempo envolvía a Jacinto, si, así los llamaban sus vecinos, aunque los más jóvenes le agregaban Don, como una forma inequívoca de respeto. La vida no fue tan generosa con el laborioso hombre. Piel agrietada por el sol y a veces marchita por las heladas. Nacido cincuenta años atrás (demostraba tener setenta y pico) en el mismo lugar que hoy habitaba. Su ranchada en el fondo de la Estancia “Las Guachas”. Jacinto peón de estancia, hijo, nieto y bisnieto de… Continuar

Escudriñó con la mirada perdida en un horizonte inexistente, ni siquiera sus ojos celestes consiguieron presagiar el futuro, que indefectiblemente se percibía. Ni su voz dulce, que por décadas le sirvió para conquistar incondicionales leales y atraer mercenarios sin alma.



Fue en la decadencia que estreché su mano; blanda, temblorosa y transpirada, demostrando un aterrador miedo, aún así sobraba a usanzas.



— ¡Tengo huevos para pelear, tengo huevos!—… Continuar

Querubines de miserias eternas

destemplan el desértico…

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