Hay que nacer de nuevo

para recoger el cielo de la fruta,

o su botón de sed o tu pezón enhiesto.

Hay que nacer, hay que nacer

para saber de la sustancia intangible del amor.

Hay que empujar a la matriz

para nacer al viento.

Hay que nacer, hay que…

TRÍPTICO DEL (BIEN) DECIR

I  

ES ASÍ COMO...

Es así como el viento,

la respuesta ululante del abrazo de Dios,

se desata entre nos y nos traspasa.

Es así como el árbol,

lanzado hacia el abismo de la altura,

con sus racimos y sus parásitos…

I

He dejado la luna en su lugar,

trillada.

La he dejado a solas, contemplativa,

mancillada.

La he volteado para que al poniente

parezca el sol opuesto – amarillenta,

denostada.

La he tocado

y estaba sorprendida...

de…

Rabindranath diría:

soy el nido que se mece en la rama;

mas desprovisto de toda proporción

yo digo hoy:

¿adónde iremos con las manos vacías?,

¿a qué nuez, a qué almendrado corazón,

a qué sopor en el viento?

¿A quién alcanzaremos para darle el hálito?

¿A qué relleno de vástagos podridos?

¿A qué andar y andar sin tocar siquiera

                                               las paredes?

¿O a qué espíritu benigno…

Este seguirá siendo, sin reproche,

un intento fallido,

un poema inconcluso

que recordó tan solo el origen de los nardos.

¡Basta ya!

Afuera se precipitan al vacío

las últimas posesiones.

Y nosotros, en medio de cosas inservibles,

quizá sobrevivamos al desamparo

halando hacia lo…

Yo le digo poesía

a la forma de inventar las hojas,

a los afanes que se inscriben

en la conciencia de un disfrute dadivoso,

aunque a veces duela.

Tu caricia es diferente. Por ti

me dejé llevar como por un río

                                              …

¿Para qué resistir el embate del aire?

¿Para qué postergar la pretensión de amor?

Muchos olvidos no son la desmemoria.

Eso lo saben todos.

                                     Tú vienes y sueñas

que ya no soy ni el otro ni el espejo.

Muchas entregas no llenan el buzón.

¿Para qué…

I

Yo certifico que la realidad va por dentro,

como por los muros de mi ciudad

van tus ojos

empujando la tarde

hasta deshacer las aceras.

II 

COLOQUIO DE AUSENCIA SIN CERTIFICAR

Mas ya no…

(MAIS QUE NADA)

Antes que nada

pusiese su pedrusco

sobre la brizna enamorada.

Antes que solo

el silencio irrumpiese para ser rama inmóvil.

Antes que todo

mi corazón te dijese: aquí... ¡detente!

Y antes de las 6, de…

Pero si al menos eres un sueño,

déjame soñarte un día soleado,

bajo las frondas de los abedules,

entre cogollos de raíces ensurcadas

que han dejado un lecho de hojas mustias,

y musgos y quimeras entre sí.

Déjame ahora, mientras ensortijo mis dedos

por entre tus serenos cabellos,

arrancarle un sí…

I 

(Sobre inundaciones y las propias miserias)

¿Quién avasalló los muros

de la ciudad sitiada por el canto?

¿Quién atropelló las mariposas

que volvían infatigables al estío?

¿Cuándo dispusieron los cauces

ser insuficientes

para que se anegaran las chozas y…

POSTULADOS DEL SUEÑO

I

Aquí estoy, del etereo

bostezo. Aquí

donde puedes arraigarte a una silla,

a un cuaderno, a un estornudo.

Aquí estoy, deletreo,

soy la mirada, la aspiración del mar,

la coyunda…

Mi padre a tono con las circunstancias,

circunspecto,

defiende su recuerdo a capa y espada: quizá le quede

deambular sin Ella ante la noche lentísima,

y nosotros solo seamos el anuncio de neón

o la llave solidaria que la sangre asume.

De mi libro APUNTES PARA UN GRAFITI

PREMIO UNA PALABRA, 2013

EDITORIAL UNA, 2014

CONCIERTO INTERPRETADO POR MI PADRE, HACE COMO 50 AÑOS…

I

(ORFEO)

Sueles cerrar la puerta

tras tus pasos de tacones indomables.

Ya no mires atrás, altiva sangre,

Eurídice perdida.

Sudor de espasmos siderales.

La última lágrima yo la pronuncié,

casi en…

Una hoja regresa del olvido al silencio.

Y la libélula se detiene en mis nudillos,

parece que ha de parir un azul

más transparente.

Un zancudo saluda

–es preciso–

y pasa como no pasan los brotes

de la eternidad ni el segundo.

Raudos e insospechados

clamores…

Muchas palabras cayeron sobre la laguna

salpicando concéntricos adioses;

quizá duerman estancadas para algún día

hacer grietas hasta en el pavimento.

Debieran ser servidas como el vino

y como el vino espumoso

hacer efervescencias contra la…

Tan solo es válida esta orilla, esta misma hendija

por donde ver tus ojos,

y quizá la muralla que derribas,

hecha de tanta incandescencia.

Esto parece extraño, pero es cierto.

Volver a los otroras: leer el lado oculto

de la…

¡Cómo zozobra el corazón

con sus antenas anticuadas,

con sus ventrículos sagaces,

casi locos en medio

de la mañana prístina!

Estos son los carbunclos que digito

a la luz del quinqué alborozado,

mientras repunta el diente que arrancamos

a la boca del miedo.

¡Qué dicha que…

Casi nadie acoge desnuda a la palabra,

sombra del guijarro que a veces llueve

con la lámpara impropia.

Sí, casi nadie

se desviste en la rapaz penumbra del olvido.

Viene la cuerda tensa

y se desgarra en el viento la piel de la culebra.

Casi nadie te atropella y…