Déjame aquí, amor, tu testamento de otoño.
He de guardarlo para cuando yo me vaya primero
y esparcir tus versos un setiembre
entre todas las cosas rotas y soñadas.
Sé que en el mar, o al pie de las montañas
que inventamos, perfectos amantes una vez,
una vida quisimos un antaño tan fresco
como el aire del crepúsculo.
En el alto otoño del mar, déjame.
Siempre seré el sediento de tus besos,
aquí pulsaré la cuerda de lo que fuimos juntos,
casi unívocos en la alegoría de esta casa
donde al unísono
la tierra se extiende y respira
en nuestros poros.
Lleno de niebla y cavidades
el mar no nos alcanza repitiendo su sed,
para que no digan que me dejaste el otoño,
la memoria del viento que ululaba en el patio,
y por eso
se le caen al mes las hojas
y un poema.
Poema con intertextos del poema homónimo de Pablo Neruda, imitación de su estética.
Comentario
Gracias, amiga Mab, un fuerte abrazo de su amigo.
Gracias, a ese Caballero de la Rosa, abrazos desde Costa Rica
Gracias, Iris, un placer compartir, abrazos
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Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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