EL JARDÍN DE LA AMISTAD

[ELISAIN MALDONADO]

Cuentan los niños que no envejecen, que hace mucho tiempo vivió en el jardín de Edén, un niño llamado Amistad. Amistad, era reconocido por ser humilde, sencillo, carismático y muy afectivo creo  las flores y  les dio un nombre.  Cuentan también los que crecieron escuchando rondas y cuentos de hadas; que ninguno como él pudo haber sido elegido para dar un nombre tan especial, a ese hermoso floral.

Rosa te llamaras,  le dijo a la primera. ¿Por qué he de llamarme Rosa?, si en mi cuerpo llevo espinas. El sabio contexto: “Porque no son las espinas las que lastiman sino la indiferencia de quien se espina”.

Dirigiéndose a otra flor le dice: Tú  llevaras por nombre Crisantemo. ¡Crisantemo, ¡ no soy digna de ese nombre. Por qué has de menospreciarse, si eres encantadora como el Camaleón, podrá ser lobulada o dentada, lisa o rugosa y de color variable y aunque cubierta este tú cabellera de nieve, no te pasaran los años; así como la felicidad, que no tiene edad ni color para hacer felices a sus semejantes.

Tú te llamaras Clavel, rojo como la pasión y como los suspiros que navegan en la brisa para humedecer el amor y no permitir que muera de sed.

El  segundo día,  llamo a dos hermosas flores que estaban a un lado del camino y les dijo: “Ustedes  gemelas del amor, se llamaran Begonia (cordialidad) y Belladona (sinceridad), Porque siempre deben caminar juntas para recordar los más hermosos principios que la amistad debe poseer.

En un lado del camino, se encontraba las gardenias que son flores suaves y blancas. Amor, al darse cuenta, que en el corazón de aquel bello jardín faltaban algunos valores para hacer más  factible la convivencia de los seres, les dijo: Representaran la pureza y la dulzura, y además simbolizaran un amor secreto. Por eso los enamorados regalan una, a alguien especial que les  haya llamado la atención, pero a quien no le ha revelado los  sentimientos verdaderos todavía.

Días después, en el principio de la primavera, para alegrar con su gracia y colorido pero, sobre todo al darse cuenta que las parejas necesitan de una larga duración que valoren su amistad tanto como su romance; creo los Tulipanes para que representaran una declaración de amor.

Feliz por toda su creación y para demostrar un amor leal, opto por dar vida a las  margaritas blancas y amarillas. Dirigiéndose a ellas, les dijo: Simbolizaran un amor tierno  inocente y puro, a la vez  vida y alegría. Estas sonrieron,- Gracias señor, favor que usted nos hace. Y se fueron por el mundo alegrando los corazones.

Escucho que alguien canta, que voz tan encantadora, que bella melodía, a plena luz del día. Debe ser alguien muy especial pensó. Así fue como descubrió una exótica Orquídea.

-Orquídea: Eres  una excelente elección para la mujer refinada y elegante. Con tu belleza   demostraras un profundo amor y compromiso a todos los que te rodean. Además, simbolizaras la feminidad y el encanto maduro de una mujer.

Pasado el tiempo, y comprometido con su noble misión, creo un mundo de mil maravillas, donde los cuentos de hadas acudían a él para pedirle o recordarle que el paraíso era inacabado y por tanto debía  continuar su creación; porque siempre faltaba algo nuevo para perfeccionar del mundo ideal, que soñaban o esperaban todos los terrenales.

Antes de irse a descansar, recordó la leyenda que los Titanes, tíos de Helios, el dios sol de los griegos, le ahogaron, éste se elevó a los cielos convertido en sol. Enamorada de su belleza y al no poderlo alcanzar, una joven mortal llamada Clyte murió de amor por él… renaciendo en forma de girasol para poder seguirlo en su diaria jornada por los cielos.

De ahí que el Girasol simbolice lealtad y constancia. Por lo cual para sellar su pacto de amor por toda su creación, creo la última flor: Camelia, belleza perfecta la de los pensamientos puros.

Terminada su creación, se sentó junto a Dios para divisar desde allí el hermoso jardín; regándolo todos los días con gotas de Arco Iris, por la eternidad hasta el fin de los tiempos, como muestra de su amor por los que creen en el Dios del amor.

ELISAIN MALDONADO M

Colombia