Me confieso de no haber lanzado esta verdad 

en pleno rostro del canto, 

el haberme negado tanto tiempo, 

el haber usado mi nombre 

como pretexto para llamar a un dios absurdo, 

el sentirme extranjero en estas ropas, 

el no viajar en excursiones a todos los países, 

el ser asmático y fumar, 

el haberme emborrado en tu cumpleaños. 

Confieso traiciones pequeñas y monstruosas, 

haber asesinado arañas y lagartos, 

haber dado limosna a un…

                    A Henri Rojas

         I

Aquí, vamos, entusiastas de las calles, 

los bolsillos agrietados,

vallejiando rincones;

y asumimos el deseo con euforia,

el poema con saltos y denuestos,

la tristeza, el coraje,

el miedo a los recuerdos

y el fragor de un suicidio.

¡Ah!, quedarse atisbando en las rendijas,

atisbar a la noche que nos prensa,

que nos lanza a la misma…

Descenderé del celaje que me ahoga

inclinándome al fuego y a su aliento,

pondré pétalos en mis dedos salvajes

y llenaré mi casa de invitados

que gateen toda la tarde como niños,

ensucien las paredes, quiebren vasos,

lean poemas inconclusos

o hagan el amor ante el poniente.

Percibo que la tarde es casi humana;

que venga aquí,

que salga al césped, se desnude,

que tarde con nosotros

en volver a la…

                                                                   “Yo nací un día que Dios

                                                                      estuvo enfermo, grave”…

                                                                                              César…

Debí escribir este poema

para un remoto pájaro de hierba

y lanzar mi fervor a las praderas.

Mas la llovizna de la calma

se desgajó en tormenta, 

y quedaron atadas mis manos

a las gasas insondables del enfermo.

Hoy canto y atisbo entre la noche

fiel a la soledad y a sus paredes.

No importa que la lámpara gastada

se desprenda:

Yo conozco la furia por su emblema.

No vengan a decirme: estás…

Iniciamos la entrega del libro UN DÍA CONTRA EL ASEDIO, publicado en 1999, por la Editorial Mesén,  con los epígrafes y el prólogo refrendado por el Círculo de Poetas (Escritores) Costarricenses, abril 1999. Así como su dedicatoria y la portada:

..."Las palabras sin fundirse con una realidad

esencial y trascendental de fondo son

letra muerta, engaño, truco, literatura

en el más pobre de los…

De tu sonrisa al agua, 

de tu cabello al frío, 

de tu mirada al mundo, 

de tu palabra al niño

llevado por su loco papalote,

hay solo un salto, 

como voltear el rostro,

ir de adentro hacia nunca,

desprender la cobija de golpe,

perder la mañana,

tropezar;

un rápido cambio de luces,

un salto insondable…

Soy de ti entre lo cotidiano, 

como lámpara velando por tus amapolas

en un desván de nostalgias.

Entre pequeñas tareas como vas y vienes,

de la plancha al reloj despertador,

o a la pequeña riña que te dan los niños;

soy de ti como el amigo, 

o el amante extraviado

que de pronto te reencuentra

y…

La lluvia, ahora reptil sinuoso

y melodía, embriaguez del país

llora conmigo.

Se sacude el tedio en las persianas,

desvencijadas.

Un poco de corazón daremos, sí,

a cada golpe de gota, un poco

que no vasta todo.

Ella viene con su hija de tres años

y sonríe,

susceptible al halago, a…

Van tus manos del rincón a la prisa,

van los besos del delirio al olvido.

Yo busco a ciegas mi pobre camisa

que lavas y azulas sola en tu nido.

Volemos ya detrás de las heridas,

hay mares inciertos que nos…

Ábrese de improviso la flor del estío

por donde vas creciendo

con tu disparo de adioses y sonrisas.

Ábrese tu ritual de manantiales ya vertidos,

despacio, sin la prisa que el mediodía

instiga en los relojes;

yo iré a beber como el mendigo a tus pies,

ávido,

mas no omitiré mi postura…

LAS ESTANCIAS ASOMBRADAS es el título de la quinta y última parte de mi libro PORQUE EL TIEMPO NO TIENE SOMBRA, que se anuncia con este epígrafe:

"Que sobre ti se apagan y se encienden

las voces que prolongan el delirio!.

Laureano Albán

De Autorretrato y transfiguraciones.

Y continúa con un breve poema indentificado solo por el numeral:

                                              XXXVI

¿Dónde anclar con mis yerros,

mis…

Señor,

hoy estoy de frente mirando mis rodillas,

hoy que he vuelto a caer.

Sé que no es tu olvido sino el mío.

Mi inconsistencia de madero viejo

empujando hacia allá y hacia acá

por los últimos dedos del…

Con este poema se inicia la IV parte de mi libro PORQUE EL TIEMPO NO TIENE SOMBRA, 2001, denominada ORACIÓN, incluye el siguiente epígrafe:

"La noche es una densa palabra,

mi Señor,

dentro de ella tu voz

quema como el recuerdo"

Milton Zárate

EL ARTESANO

Yo iba por las calles

preguntando por él.

Lo habían pintado en los templos,

desprendiendo sus palabras.

Su poema fue envilecido por el docto,

su…

La aurora determina que su fin está cerca,

que no habrá más azules interpuestos al vuelo,

que detrás de cerrojos

guardaremos el miedo.

Se desbandará el celaje

entre vibraciones crecientes.

Es la hora de aciaga latitud:

hay que vencer os muros inhóspitos

y crecer con los latidos a la…

                                                     ¿Desde dónde escuchas

                                                         a la vera de mis ansias

                                                              esta última tonada?



Hasta la lluvia

devienen mis sentidos;

mis pobres partículas se disponen

a…

Sentado a la orilla de un milagro

cualquiera

que pasó arrancando uno más de mis cabellos,

al borde de lo que inicia

su catarata hacia el fin:

La muerte no tendría sentido

si no aprendiésemos

su…

Pero es ante el miedo y su estructura silente,

en el centro de la desolación

que sucumbimos ignorantes

buscando glorias vanas.

Bastaría empezar diciendo que amo

para llenarme de ríos, 

para anidar mis orillas

en tu sed de animal acorralado,

con mi suave saliva de cordero

te iniciaría sorprendido

ante el alba, el…

Es ante el tiempo

que me restablezco y amo.

Ante el tiempo que la noche enarbolo

con mis poros enhiestos.

(La eternidad fue devastada

por fuerzas invisibles que nos roen).

¿Y por qué someter el pulso

a los relojes?

La mirada

-o su simple luciérnaga huidiza-

está…

Abrazo al aire,

espuma que diluye sus anhelos,

etereidad

que da un golpe de magia a lo perenne.

¿Amo? Sí,

búsqueda una y otra vez,

botón naciendo,

fisura hacia la vida,

óvulo encontrado en plena oscuridad ya canta.

Debajo nos asimos

como fantasmas olvidados,

y volvemos a…