El temor no me dejaba ir, y el sólo pensar en mi partida, llenó de nostalgia mi débil corazón, que al estar unida a ti por tanto tiempo, me hacía imposible respirar sin tu aliento, sin la sangre que fue la savia de mi cuerpo, la misma que me hizo florecer como soy.
Yo bebí de tú sangre hasta ahogarme en tu vientre, y aferrada a tu cuerpo me negué a separar mis latidos de los tuyos, que han sido uno desde que estoy en ti. Es así como me he alimentado de tu llanto silente, confundido con la alegría de tenerme.
En mi memoria tengo dibujado tu cuerpo y cada parte de tu piel, porque hasta tus entrañas fueron mías, y sin tu saberlo jugué en ti; mis dedos acariciaron tu vientre cálido, me dieron el calor de un refugio que perdería al partir.
Mis manos se aferraron a la única esperanza que tenía, un hilo frágil que nos unía; por él, te envié cada uno de mis lamentos, y muchas veces me hice sentir, recibiendo tus caricias que mitigaban con dulzura mi dolor.
Sé que lloraste al momento de sentirme, tu miedo fue mío. No obstante, poco a poco te acostumbraste a mi presencia y fuimos uno, a pesar de ser dos. Es un lazo que sólo tú y yo entendimos, porque fui cómplice de tu vida y parte de ella quedó impregnada en las huella de mis recuerdos.
Definitivamente, fue mucho tiempo siendo uno, era obvio sentir que me quedaría sin tu aire, tu savia, tu calor. Era pensar que te estorbaba; mi miedo indiferente a ti, porque dura fue la carga, que te tocó vivir. Sin embargo, provoqué el dolor de tu vientre, para satisfacer tu deseo, cruzando nuestros miedos; tú por verme, y yo, porque pensé que te perdía.
Los minutos se hicieron agonía, y al gritar mi querencia se transformó en llanto, el mismo que se mezcló con la leche de tu pecho, uniéndonos en una esencia distinta, porque al verte sentí que nunca me dejarías. Tu rostro bañado de lágrimas, se convirtió en el éxtasis del más profundo y sincero amor.
Ahora entiendo y te pido perdón, era necesario separarnos, porque sólo así sería posible vivir, y abrazada al calor de tu cuerpo, que sin ser tu vientre, sigue siendo el refugio de mis temores y cada uno de mis sueños.
Hoy, acurrucada en tus brazos, sigo escuchando el arrullo de tu canto, con tu aliento tatuado en mi memoria, siempre estas allí, porque tu valor de ser madre, permitió mi existir.
Eva C. Franco
Isla de Margarita - Venezuela
(Derechos reservados)
Etiquetas:
Precioso y sentido recuerdo mi Querida Paisanita Eva, dedicado a tu linda y amada Madre, como todo lo que brota de tu hermoso corazón y mágica pluma, Mil gracias por acariciar una vez más nuestros sentidos, hablando del “Amor” el idioma universal que todos conocemos pero que tu expresas tan magistralmente, a través de tus preciosos poemas y escritos, mil gracias por compartirlo, un Beso, Dios te bendiga en unión de tus seres queridos.
Venancio Castillo
Cantante-Escritor
UNA GRAN IMAGINACIÓN QUE HACE VOLAR HACIA ESA DIMENSIÓN DE LA GESTACIÓN...
BELLA PROSA POÉTICA..
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
########
© 2024 Creada por MilagrosHdzChiliberti-PresidSVAI. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio