Vicente Antonio Vásquez Bonilla

A:

 JUAN EDUARDO ANDÚJAR RODRIGUEZ

Escritor e ingeniero venezolano

Melquiades, después, que por un…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

—Mira —dijo Herminia, mostrándole el periódico a su compañera de trabajo—. Abrieron una escuela en donde dan clases de Striptease.

—Qué buena onda —le respondió la Pancha, arrebatándole el diario—. Déjame ver.

Y las dos chicas…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

            Melquiades escuchó de niño: que un hombre, durante su vida, debe tener un hijo, sembrar un árbol y escribir un libro, para dejar huella de su paso por el mundo. Esa sentencia le quedó grabada a fuego y nunca la olvidó.

            Ya adulto, con tres hijos y varios árboles creciendo en su patio, pensó que sólo le faltaba escribir el libro para realizarse como persona y dejar rastro de…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

      Hermes, quien había tenido un día satisfactorio y lleno de exitosos logros, llegó a su casa sintiéndose realizado. Cenó y luego se fue a dormir con una sonrisa atrapada entre sus labios.

       A la mañana del día siguiente, aún en su lecho, empezó a sentirse incomodo, abrió los ojos para ver qué era lo que le molestaba y grande fue su sorpresa, al darse cuenta que ahora no cabía en la…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla 

Máxima, después de una ardua labor de convencimiento, lleva a su esposo, Gregorio, a Guazacapán; tierra de brujas y hechiceros. Van en busca de doña Licha, famosa bruja que le fue recomendada por su comadre. Los acompañan sus dos pequeños hijos, Eloísa y Teodoro, y una hermosa gallina negra que será ofrendada a las secretas deidades del…

-Madre, antes que sea tarde, dime por favor, ¿quién es mi padre? No me dejes en la ignorancia y en la triste incertidumbre.

            La moribunda, haciendo un esfuerzo sobrehumano y con las lágrimas recorriendo sus mejillas, le respondió:

            -Hijo, te amo y tú lo sabes, pero hay cosas que son mejor llevárselas a la tumba.

            -Pero madre, desde que tengo uso de la razón, siempre he sabido que si no te casaste es porque tú y tus amigos son gays…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

La vida es un suspiro

Que brota de la tierra

Y se diluye en el aire

De la eternidad.

 …

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

Sexos rodeados

de mil colores

fiesta para la vista

Sexos abiertos,

Sedientos

En espera del toque prodigioso

Olores que…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

El dios del tiempo

Pronostica tu partida eterna

Fácil presagio

Vaticinio irrisorio

¡Todos partimos!

Destino previsible

Viaje ineludible…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

—¿Te acordás de Zoila Baca?

—Zoila, la que anda presumiendo que es prima del actor de cine Benicio Del Toro.

—Esa misma. Sólo porque lleva el apellido Del Toro, se cree la gran cosa. Como que no supiéramos que es hija de don Fulgencio Baca y su madre es de apellido Del Toro, por ser hija de aquel aparcero del pueblo vecino, y que nada tiene que ver con el…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

A la periodista y escritora

Virginia López Rodríguez

             Verónica sale de paseo en compañía de kika, su adorada perrita de cabellos ensortijados. Le agrada…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

Fidencio, después de labrarse una carrera criminal dentro de la mara, es buscado por la justicia. Si lo capturan, no se librará de sus diez años de cárcel. Se le ocurre que la forma de escapar, es utilizando los documentos de una de sus victima que fue enterrada como XX y unirse a la milicia, ahí será un soldado anónimo más. Dentro del ejército, ¿quién lo va a buscar? Nadie.

Dado de…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

            —¿Qué tal Hilaria?, que gusto saludarte.

            —Igualmente, Justa. ¿Cómo te va?

            —Bien, por la gracia de Dios.

            —¿De veras, Hila? ¿Estás bien? Ayer te vi saliendo de la clínica del médico, de ése que dice que restaura virginidades.

            —Sí, fui a verlo, pero por nada especial.

            —Claro —dijo, con una sonrisa de…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

En la época en que los hechizos florecían y estaban al alcance de seres egoístas y envidiosos, era habitual que algún príncipe fuera convertido en sapo y que éste, en ese degradante estado, pasara  buena parte de su vida a la espera del beso de una agraciada dama que lo volviera a su condición inicial.

También había damas, ajenas a la realeza, que soñaban con unir su vida a la de algún…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

Durante las cruzadas, las industrias bélicas lograron expandir sus producciones elevando el ingreso per capita de las naciones. Fe de ello lo dan los catálogos de la época que muestran una amplia y variada colección de escudos,  espadas y demás prendas del atuendo guerrero.

Y como siempre hay industriales prestos a detectar y a satisfacer las necesidades emergentes, surgió la fabricación…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

De ser posible, tendrían la habilidad para hacerlo utilizando los otros sentidos que, a no dudar, se les desarrollarían al máximo en compensación del perdido y con la ayuda de un emisor de sonidos ultrasónicos y un receptor tipo radar que, adaptado a un casco, les indicaría la proximidad de los vehículos que los anteceden o de los obstáculos que pudieran encontrar en su camino. ¿Difícil? No, todo es…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

En memoria de ïtalo Calvino (1923-1985)

Autor de Las Ciudades Invisibles

Teresa se diferencia de otras ciudades, porque en vez de aire tiene una atmósfera pesada y dulce, semejante a…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla 

María quedó huérfana de padre durante su primer año de vida. Su memoria no registró sus facciones y no encontró fotografías de él. Le hubiera gustado conocerlo, auque fuera a través de una fría imagen.…

 Vicente Antonio Vásquez Bonilla

A Lorena, en el barrio, le dicen Prensa Libre, porque es la que se encarga de llevar y traer todos los chismes. Los vecinos se cuidan de hablar algo delicado en su presencia, porque en seguida lo sabría todo el mundo y eso que es una persona miedosa, según dicen. ¿Qué tal si fuera valiente?

Sin embargo, hoy por fatalidad del destino, se enteró…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla 

Luciano es un hombre de campo, muy macho, como debe ser todo hombre; según dice él. Logró estudiar medicina, regresó a ejercer a su pueblo y al poco tiempo contrajo matrimonio con Eliana, la señorita “Flor de la feria”.

            Su primer hijo,…